En España existen las normas UNE EN 12810 y UNE EN 12811 que se encargan de definir y clasificar los andamios tubulares estandarizados. Estas normas incluyen unas características mínimas de calidad para los materiales, unos procesos estandarizados de comprobación y caracterización de cada elemento clave así como unas geometrías adecuadas para cumplir su función. Para poder comprobar la adecuación a estas normas existen certificados emitidos por entidades como AENOR donde se recoge el resultado de auditorías y ensayos. Una de las conclusiones de las normas, y por lo tanto de los certificados, es la adecuación del andamio a un tipo de uso, que viene definido por una carga de uso máxima y que tiene relación con el trabajo que se puede realizar encima. Las clases de andamio y su carga de servicio son:
- Clase 1: 0,75 kN/m²
- Clase 2: 1,50 kN/m²
- Clase 3: 2,00 kN/m²
- Clase 4: 3,00 kN/m²
- Clase 5: 4,50 kN/m²
- Clase 6: 6,00 kN/m²
Además de la carga de servicio, que suele ser el parámetro que se considera de manera principal, se fijan otros parámetros como el tipo de acceso, el ancho, el tipo de cubrición aceptable, etc., que acaban de definir la usabilidad del equipo en cada situación.
En la antigua norma UNE 76-502-90, hoy derogada, se tenía una tabla que permitía relacionar esa carga con tipos de trabajos habituales en construcción, siendo usados hoy en día datos que se basaban en esa tabla y que se resumen a continuación:
- Andamios ligeros: Son adecuados los trabajos de limpieza, pintura, carpintería, revestimientos de fachadas, tejados, saneamientos y en la industria en general para la realización de diversos trabajos en altura. Las clases de andamio habituales en estas situaciones son: 1, 2 y 3. Téngase en cuenta que la clase 1 es de escasa aplicación y que la albañilería ligera suele necesitar la clase 3 como mínimo.
- Andamios pesados: Son andamios de protección, aunque también se emplean en los trabajos que manipulan hormigón o en los muros, rehabilitación de fachadas, construcciones industriales diversas y en cualquier otro caso que exija un andamio con bandeja ancha de gran capacidad de carga. Las clases de andamio habituales en estas situaciones son: 4, 5 y 6. Téngase en cuenta que la clase 4 es la habitual en albañilería y las superiores son de aplicación en función del almacenamiento de material (para su puesta o retirada). Como ejemplo típico está la retirada de piedra en rehabilitación como tipo de andamio clase 6. En la norma UNE EN 1004 se considera una carga de servicio de hasta 2.00 kN/m², por lo que limita su aplicación a trabajos ligeros salvo un estudio específico para casos especiales que se puedan salir de la norma.
- Andamios móviles: Son andamios ligeros, generalmente fabricados en aluminio, que cuentan con ruedas en la base que posibilitan su desplazamiento. Sus principales ventajas son su facilidad de transporte hasta el lugar de empleo, su rapidez de montaje y su movilidad.Se utilizan como alternativa a instalaciones más grandes en forma de andamios fijos, pudiendo abarcar la misma superficie de trabajo pero con un coste de montaje y desmontaje muy inferior. Por el contrario, los andamios fijos disponen de múltiples plataformas de trabajo que permiten trabajar a varios operarios simultáneamente. Cumplen estrictas normativas constructivas de seguridad y están dotados de elementos tales como rodapiés, para asegurar la integridad tanto de los operarios que trabajan en ellos (barandillas, trampillas de paso, etc.) como de las personas que circulen en las proximidades de los mismos (rodapiés, señalización, etc.) Las ruedas disponen de frenos y mecanismos de nivelación para salvar pequeños desniveles. Debidamente afianzados y lastrados permiten trabajar a alturas de hasta 8 m en exteriores ó 12 m en interiores, salvo estudio específico fuera del ámbito de la norma por técnico competente. En la norma UNE EN 1495 se pide que el fabricante fije una carga nominal de trabajo así como una carga máxima para las extensiones, estando relacionada otra vez esa carga máxima con el tipo de trabajo a realizar. Además, se cumplirá lo referente las limitaciones de recorrido de la máquina o conectividad con otras que marque el fabricante.
- Andamio Cremallera: A modo de ejemplo, permitirían el trabajo en fachada con distintas configuraciones permiten abarcar hasta 3000 m² de fachada y cargar hasta 1500 kg. Otra de sus ventajas es la rapidez de montaje, pudiéndose abarcar una superficie de 30 × 20 m en un solo día con dos montadores. Existen distintas combinaciones: en un solo mástil hasta 10 m horizontales de fachada y en dos mástiles hasta 30 m horizontales de fachada, en ambos casos se alcanzan los 100 m de altura. Tiene una desventaja frente al andamio tubular y es que solamente se puede trabajar en un nivel.